Porqué Escribo...

No se porqué escribo, la verdad nunca lo he entendido. Tal vez para parecer más interesante y menos ordinaria, creo que al final del día eso ha sido un miedo enorme mío, el no ser tan especial como me gusta aparentar (no lo soy). Creo que esto es un común denominador que tenemos todos ¿No?, el miedo a ser igual al resto, a no destacar en algo, porque nacemos y crecemos con esta premisa de que estamos destinados a cosas grandes, a que nuestra vida debe de ser memorable y que solo se vive una vez.

Creo que muchas veces en mi vida he hecho la cosa correcta con el motivo incorrecto: la aprobación de los demás. Porque qué increíble que te reconozcan por inteligente, por tu pluma, por tus ganas de trascender, en realidad me he cuestionado mucho esta sed de aceptación y creo que esto me llevó a emprender un largo camino hacia el amor propio. ¿Por qué no nos enseñan en las escuelas o en nuestras casas QUE NADIE DA LO QUE NO TIENE?, si das mucho, es porque eres mucho, repito, nadie da lo que no tiene. Creo que es un despertar enorme el darte cuenta de esto, ya que, muchas veces transitamos por esta vida pensando que somos menos porque no nos reconocen, porque creemos que lo que damos no es suficiente, porque le entregamos nuestra confianza a la persona equivocada, porque nos da miedo tomar las riendas de nuestra vida y dejamos que otros tomen decisiones por nosotros, porque así qué fácil es justificarnos. Yo en lo personal, he tenido que desilusionar a tanta gente... A las personas que más quiero y esperan de mi por escogerme, y ha sido un proceso muy duro, con muchos altibajos, de vez en cuando, no me queda más remedio que llorar en tinta, y tal vez, por eso escribo hoy, el materializar estas ideas y sacarlas de mi sistema equivalen para mi, a varias horas de llanto.

Hoy caigo en la realización de que en el momento en el que me escogí, empecé a vivir desde la intuición y esto es vivir en el camino del amor, ya que, mi brújula interna siempre apunta hacia a él, era tan simple como apagar el ruido de afuera y escucharme; en nuestras relaciones, el remedio a la mayoría de nuestros problemas está en sacar un espejo y no una lupa.

Todos somos espejos, reflejos de otros. 

MCMV